Como cada año, damos por terminado el curso, oficialmente, con un claustro general el 29 de junio y, posteriormente una celebración y comida en La Solana.
Ningún niño se quedó sin su estrella.
Hasta el hermano José María bendijo la mesa portando una de ellas.
Como siempre, el ambiente fue estupendo y quien pudo se quedó un ratito más para ir a la piscina.