¡Hola chi@s!
Me llamo Raúl Soriano, soy de Valencia, tengo 32 años y he estudiado en la Escuela Profesional “La Salle” durante el curso 2012-2014 el Ciclo Formativo de Grado Superior de STI (Sistemas de Telecomunicaciones e Informáticos).
Desde que conocí en 2013 la existencia de una beca llamada “FCT Europa” que otorgaba la Conselleria a estudiantes de segundo curso de grado medio y grado superior, para realizar en el extranjero el módulo FCT, lo tuve claro: ¡¡¡TENÍA QUE SOLICITARLA!!!.
Para aquel o aquella que no tenga todavía muy claro en qué consiste la beca, os lo resumiré en pocas palabras: son 11 semanas en el extranjero (Francia, Irlanda o Reino Unido) a gastos pagados, siendo la primera de ellas de inmersión lingüístico-cultural y el restante de prácticas en empresas no remuneradas.
Llegó el mes de abril y fui seleccionado provisionalmente, y tras la entrevista personal, fui seleccionado definitivamente, conociendo mi destino: Dublín (Irlanda). A los pocos días tuvimos una reunión con Conselleria, donde nos informaron de todo, nos dieron las fechas y los billetes de avión. Pero no fue hasta llegar a Dublín donde me informarían de la empresa donde iba a realizar las prácticas.
La empresa en la que estuve trabajando es una empresa de telecomunicaciones que hace varias cosas: instalación de sistemas telefónicos en empresas, mantenimiento de cabinas telefónicas, configuración de teléfonos VoIP y reparación de averías telefónicas y de banda ancha para Vodafone, su principal cliente. Está empresa estaba bastante lejos de mi casa, situada en Kilcoole, en el condado de Wicklow, a 40 km de Dublín. Cada vez que tenía que ir a la empresa, tenía que coger el tren hasta el final de su recorrido, en Greystones, y allí coger un autobús hasta la empresa, en total una hora y media. Por suerte, esto fueron pocas veces, ya que por norma general, me recogía mi compañero con la furgoneta y nos íbamos directamente a trabajar.
Mi experiencia con la empresa es lo que más me gustó, porque cada día íbamos a un lugar diferente de Irlanda. El trabajo consistía en ir a casa de los clientes a repararle el teléfono o su conexión a Internet, buscando la avería que provocaba el fallo o una conectividad lenta, lo cual nos llevaba a veces varias horas, pues eran en su mayoría casas enormes, con varios teléfonos en la casa, la alarma conectada, la televisión (que allí se llama Sky Box) o incluso una campana, todo ello conectado a la línea telefónica. A veces nuestro primer cliente estaba a 300 km de Dublín, por ejemplo en Cork o en Letterkenney, y teníamos que salir de casa a las 6 ó 7 de la mañana, para estar en casa del cliente a las 9 ó 10, había días que pasaba más tiempo en la carretera que trabajando… Gracias a este trabajo, he podido recorrer casi todos los condados de Irlanda, y mejorar enormemente mi nivel de inglés técnico, así como el inglés de conversación coloquial, pues nos pasábamos horas y horas hablando durante el viaje.
Y así ha sido, a grandes rasgos, mi estancia en Irlanda, en su mayoría experiencias buenas y gratificantes. Cabe decir, claro está, que se echa de menos a tu familia, a tus amig@s y la comida de España, pero hay que ser fuerte y ser consciente de la enorme oportunidad que me ha brindado la Conselleria de Educación con esta beca, y lo mucho que te hace madurar tanto como persona como profesionalmente, lo mucho que mejora tu nivel de inglés y lo bueno que es para tu currículum, permitiéndome la búsqueda de un futuro empleo en cualquier parte del mundo…
