Sergio, Quique, Marcos, Christian, Felipe, Vassilakis, Alejandro son los alumnos que nos presentaron ayer su proyecto de religión. El profesor les mostró a la clase el proyecto “Cambiar el mundo” donde después de ver los problemas que hay en el mundo ( violencia, guerra, abandono, tortura animal, problemas medioambientales…) les invitó, desde su ser cristiano o desde su ser humano, a que cambiaran el mundo aunque fuera sólo un poquito o momentáneamente.
Estos alumnos, desde el primer día, decidieron que querían pasar un buen rato con personas mayores que vivieran en una residencia de la 3ª edad.
Buscaron por Internet una residencia cerca de Paterna y facilitaron el teléfono a Samuel,su profesor, para que llamara allí dándole seriedad a la visita. A partir de ahí ellos hicieron todas las gestiones.
He de decir que desde la residencia me pusieron todas las facilidades y amabilidad.
Llamaron por teléfono y contactaron una primera visita. Acudieron, hablaron con Jose Miguel, les explicó como estaba el tema, que tenían que firmar un documento para poder visitar a los residentes ellos le explicaron lo que querían hacer y quedaron para otro día ahora que ya estaba claro.
El miércoles volvieron otra vez con sus bicicletas hasta la residencia, y esta vez sí, entraron en contacto, como ellos dicen con los abuelos y abuelas que allí estaban.
Los tenías que ver con que cariño nos hablaban de la Sra. Argentina, de Carmen, de José María de… los conocían a todos por su nombre y se les veía con la mirada ausente recordando sus vivencias juntos. Se reían al recordar como les habían ganado jugando al dominó ( a ellos que eran jóvenes), como los alumnos les enseñaron a jugar al mentiroso y en la primera partida ya les dieron una paliza. Recordaban con cariño las historias que les habían contado, las experiencias de vida, lo duro que puede ser que un hijo/a no te visite, la alegría de todos por su visita… los refranes de José María : “Nacerás y vivirás y aprendiendo morirás” y “ Don perfecto y Don preciso no han nacido” que son todo un ejemplo de vida. Sólo tenían palabras de agradecimiento para el personal del centro por su acogida y amabilidad.
Pero lo que les causó más impresión fue su “charla” con Andrés García Pérez que nacido en 1938 con raquitismo y en una inclusa, fue maltratado por su padre y por su madre. La vida le ha maltratado y la sociedad también. Y digo “charla” porque Andrés tiene grandes dificultades para hablar e hicieron un esfuerzo de comunicación escrita para saber lo que les quería contar.
Los alumnos, conmovidos por su historia se han comprometido a hacerla pública. Les podéis preguntar.
Yo estaba sorprendido a la vez que emocionado. Sergio había trabajado en casa por la tarde/noche porque sentía la necesidad de contarlo, al entrar en clase me avasallaron para contarme sus experiencias, empezaron a explicar y sólo salían sensaciones y sentimientos de sus bocas. Se hizo el silencio en clase, un silencio cómplice, emocionado, reflexivo…
El proyecto está acabado, pero ellos piensan que volverán alguna tarde más a la residencia porque… les han tratado tan bien, el personal del centro, sus abuelos y abuelas adoptivos, que…
Hemos conseguido cambiar el mundo un poquito y hacer a alguien feliz y sobre todo han cambiado ellos.
Seguiré informando