Como no sabiamos decirles a nuestros abuelos lo que les queremos, decidimos hacerles el pasado viernes una fiesta.
Todos estamos muy ilusionados, nerviosos pero muy alegres y contentos, los mayores porque podían estar dentro del centro donde tantas veces han venido a dejar a los nietos y los niños porque podían enseñar a sus abuelos su clase, sus libros… pero lo que más gusto a todos es el poder compartir la vivencia de estar una tarde todos juntos, maestras, niños y abuelos.
Gracias por asistir otro año y os esperamos el años que viene.