Mi aventura comenzó el día que mi profesor me informó de que este año comenzaban unas nuevas becas para FCT´s en algunos países de Europa, y sin pensarlo dos veces eché la solicitud. En el mes de marzo me dijeron que se me había denegado la beca y no tenia plaza para ir, pero al final se solucionó el tema y pude cumplir con mis expectativas. El siguiente paso fue ir a una reunión en Consellería para hacerlo oficial, junto con todos los demás becados, allí nos informaron de los datos de vuelo, alojamiento, transportes, pensión… fue una sorpresa para mi que el propio Camps (Presidente de la Generalitat) me la entregara en mano.
En el aeropuerto me encontré con un grupo de estudiantes con mis mismos miedos e inquietudes, pero como yo, con mucha ilusión. A partir de ahí comenzamos a “volar” solos, cosa que duró poco porque enseguida hicimos una gran familia, estrechamos lazos que perdurarán siempre en nuestros recuerdos, porque fuimos los unos para los otros un gran apoyo en todo momento. Al aterrizar en Italia estábamos confundidos y desorientados, pero enseguida fuimos acogidos por los tutores de allí y alojados en las que serían nuestras casas durante los próximos 3 meses. Las dos semanas siguientes estuve yendo con mis compañeros a un curso intensivo del idioma y me presentaron en la empresa en la que iba a poner en práctica mis conocimientos.
En las 12 semanas que estuve trabajando en Reale Mutua Assicurazioni di Vicenza más que compañeros de trabajo encontré un grupo de personas que estuvieron a mi lado, ayudándome en todo momento y prestándome su apoyo desinteresadamente. Y gracias a los conocimientos adquiridos en mis estudios he afrontado sin ningún problema las tareas que me encomendaban en la empresa.
La convivencia con mis tres compañeras de piso me ha hecho madurar, haciéndome más responsable, más humana y más tolerante, y gracias a los “choques” que hemos tenido he aprendido a conocer y valorar antes de juzgar. Además me llevo de ellas un gran sentimiento de cariño y una gran amistad, porque juntas hemos pasado los malos momentos, y también los buenos, que han sido bastantes más y son los que quedan en el recuerdo. En general el grupo de los 23 estudiantes que nos embarcamos juntos en esta aventura hemos disfrutado de un país maravilloso, y hemos tenido experiencias inolvidables, siendo todos una piña y estando unidos en todo momento.
La experiencia que he vivido me ha hecho apreciar mucho más todas las cosas que tengo a mí alrededor, a valorar mis conocimientos académicos, y a las personas que están y han estado conmigo; y quiero agradecer a toda la gente que me ayudó a tomar la decisión (mis padres, Ángel, mis amigos y compañeros…) que me dieran las alas para poder comenzar a volar.
Os recomiendo que si tenéis la oportunidad de poder disfrutar de una aventura así no la dejéis pasar. Es única, apasionante e inolvidable.