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Nuestros tres últimos días en Croacia.

25-01-2012

Por la mañana nos han dejado tiempo libre para visitar la ciudad a nuestro aire, si es que quedaba algo por ver, y poder comprar algún que otro souvenir.

A las 14:00h hemos ido al colegio con el fin de seguir con el programa de reuniones para preparar el próximo proyecto Comenius para la siguiente visita a Rumanía. Sin embargo, antes de empezar la reunión, nos han sorprendido con la presencia de la Televisión Nacional de Croacia. Estaban muy interesados en el Proyecto Comenius por lo que entrevistaron a varios integrantes del grupo para un programa que se iba a emitir a la mañana siguiente.

Después de las entrevistas y las reuniones pertinentes nos ofrecieron tanto a los alumnos como a los profesores una charla sobre la guerra de Croacia frente a Serbia que tuvo lugar entre 1991 y 1995. Se presentaron 5 militares ya retirados de uniforme y estuvieron comentando las penurias y situaciones dramáticas que vivieron en primera persona. Tras proyectar un vídeo con imágenes de conflictos bélicos reales nos relataron que muchos de los protagonistas de esas imágenes murieron en la guerra, cuya cifra de muertos fue de 15.000 personas entre civiles (60%) y militares (40%).

Tras la charla, los alumnos se fueron a cenar a sus respectivas casas de acogida mientras que los profesores, divididos en 3 grupos, nos fuimos a cenar a casa de 3 profesoras del colegio, Arjana, Mirjana y Cristina.

26-01-2012 (último día de estancia en Croacia)

Hoy hemos madrugado más que de costumbre pues nos hemos ido de excursión en autobús que salía a las 8 de la mañana. Sin embargo, una vez finalizadas las visitas, hemos coincidido en que había merecido la pena madrugar.

En primer lugar hemos ido al museo del Neanderthal ubicado en Kaprina, una población que se encuentra a 45 minutos de Zagreb y donde se produjeron los primeros asentamientos humanos de Croacia. El museo contaba con una moderna y completa presentación de los hechos históricos más importantes desde el “Big Bang” hasta la era actual. Una de ellas era una comparación de la evolución de la tierra desde sus inicios hasta ahora con la duración de 1 día, es decir, 24 horas. De este modo, la aparición del hombre tuvo lugar a las 23:59:50 horas. Si no ha quedado claro, vale la pena ir y visitarlo.

Seguidamente hemos ido a un pueblo denominado Marija Bistrica muy famoso por ser el final de un camino de peregrinaje, similar al Camino de Santiago. De hecho, fue visitado por el papa Juan Pablo II en 1994. Marija bistrica es famoso también por la producción de “Gingerbread” que es una mezcla de harina y miel con el que confeccionan los corazones tan típicos de Croacia.

Finalmente hemos ido a una granja típica croata donde nos han deleitado con una espléndida comida campestre acompañada con vino que producían ellos mismos (evidentemente únicamente lo pudimos catar los profesores). Después de tan espléndido ágape tuvimos la oportunidad, por  primera vez en todo el viaje, de hacer una pequeña siesta en el autobús de vuelta a Zagreb.

Ya por la noche, como colofón al viaje, nos prepararon una “cena-fiesta” de despedida a todos los profesores y alumnos. A la cena también acudieron los profesores del colegio Gimnazija que estuvieron con nosotros en las numerosas actividades que nos habían programado a lo largo de la semana. Fue una cena muy distendida en la que disfrutamos comentando la estupenda semana que habíamos pasado juntos. Finalmente nos despedimos de todos pues al día siguiente los españoles íbamos a ser los más madrugadores ya que nuestro primer vuelo salía de Zagreb a las 6:45h de la mañana.

27-01-2012 (Viaje de vuelta Zagreb-París-Valencia)

A  las 5 de la mañana, con una temperatura exterior de 7 grados bajo cero, nos encontramos en el aeropuerto de Zagreb. Cada alumno vino con su familia de acogida y a la hora de la despedida cabe destacar que sí que se derramó alguna que otra lágrima. Todo ello nos vino a demostrar una vez más de la buena relación y convivencia que hubo entre los alumnos y sus familias. Ellos mismos nos confirmaron que había sido una gran experiencia que, sin duda alguna, volverían a repetir.

A pesar del madrugón tuvimos un viaje muy divertido con una risa muy contagiosa por parte de algún alumno. No vamos a descubrir quién fue el que más sonrió, pero sí diremos que se le cortó la risa de repente cuando en la terminal del aeropuerto de París, antes de pasar el control de seguridad, cuando apenas quedaba 10 minutos para que embarcáramos, resulta que no encontraba su tarjeta de embarque. No obstante, como Dios aprieta, pero no ahoga, al final la encontró entre todos sus “bártulos” y conseguimos facturar y subir al avión sin más problemas, ni risitas, of course.

En resumen, un viaje inolvidable tanto para los alumnos (esperamos) como para los profesores que tuvimos la oportunidad de acompañarlos.

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