Este verano la Escuela Profesional La Salle ha tenido una alumna de 2º de Gestión Administrativa realizando la formación en el centro de trabajo (FCT-Europa) de unos tres meses en el Reino Unido. Este artículo, escrito por ella, cuenta en primera personal su experiencia personal.
«Esperé durante varios meses con los nervios y la incertidumbre, no sabía si me concederían o no la beca Leonardo Da Vinci, pero contaba con el apoyo de mis profesores, que siempre confiaron en mí y estuvieron seguros de que lo conseguiría, hasta que un día recibí la noticia, la Conselleria me seleccionó para realizar mis prácticas de grado medio en el extranjero.
Fue el 19 de Junio cuando cogí el avión y sin darme cuenta estaba en Londres, viviendo en una casa de acogida, con una entrañable familia jamaicana, compartiendo habitación con una chica, que poco después llegó a ser como mi propia hermana.
Por la mañana fuimos a una academia, donde nos daban un curso de inmersión lingüística y nos preparaban para un primer contacto con la empresa, en la que nos hicieron una entrevista inicial de protocolo, sin embargo, varios compañeros fueron rechazados y tuvieron que buscar otro lugar para realizar sus FCT.
Me costó un par de semanas adaptarme al enorme cambio, pero pronto seguía el ritmo habitual de la vida en UK. Todos los días, subía al metro para ir a trabajar; el metro de Londres es como otra ciudad subterránea, a veces caminaba varios minutos para acceder al transbordo, por suerte, cada línea está indicada perfectamente con colores distintos, no tiene pérdida, y los trenes nunca tardan más de cinco minutos en pasar.
A las 12.30 pm tomábamos el lunch: un sandwich, un paquetito de papas, un dulce y una pieza de fruta. Me sentaba a tomar el sol en un parque con los otros trabajadores de la oficina y deseaba poder dormir un poquito. Fue muy raro que tuviéramos esas altas temperaturas, los periódicos anunciaban: “Ola de calor en Londres”, “más de 700 fallecidos este verano”, “no teníamos un temporal así desde 2004”. Finalmente rompió a llover, volvimos a tener el frío común de Gran Bretaña el mismo día que nacía el primer hijo del Príncipe William, mi jefe nos llevó al hospital y vimos todos los periodistas, cámaras y demás admiradores bloqueando la entrada del St. Mary. Después redacté un artículo en Inglés sobre el bebé, para la página web de la empresa.
En mi tiempo libre, salía con todo el grupo al centro, de turismo y sacábamos fotos en todas partes. Vimos los sitios y monumentos más emblemáticos de la ciudad, museos, parques, plazas, visitamos Greenwich, Notting Hill, China Town, Little Venice, Wimbledon, incluso tuvimos la oportunidad de encontrar en persona a Daniel Radcliffe, Johnny Depp y Chris Hemsworth. De noche también nos gustaba ir a bailar a los pubs pero la mayoría cierran a las 3 am, entonces teníamos que pagar entrada en las discotecas que cerraban más tarde. Las familias de acogida no tenían ningún inconveniente en nuestra hora de llegada, además los autobuses públicos están de servicio todo el tiempo.
Pero no todo fue diversión, desde el principio he añorado mi familia, mis amigos, los tradicionales moros y cristianos en el pueblo, tuve mis momentos de tristeza y antes de que me diera cuenta ya era 3 de septiembre, yo estaba en el aeropuerto de Gatwick con mis maletas, tan solo a dos horas de mi hogar.
Ahora tengo muchísimos y muy gratos recuerdos de toda esa gente con la que he vivido esta experiencia que sin duda repetiría, y quiero dar las gracias en especial a Elaine (my host mum) por cuidar de mí y dejarme su casa, Martyn (my boss) por enseñarme a ser productiva en una actividad laboral, Puig (my roommate) por estar a mi lado en los malos momentos y Ángel (my teacher) por prestarme apoyo y seguridad desde España durante toda mi estancia en Londres.»