Una vez más, los españoles hemos sido los primeros en llegar al país de destino de la nueva cita del proyecto Comenius, esta vez en Rumanía. Ha sido una noche muy larga, con mucho sueño pero compensado con la emoción de conocer un nuevo país, hacer nuevos amigos de tantos países diferentes y compartir nuevas experiencias.
Nuestra jornada empezó en el aeropuerto de Valencia a la 1 de la madrugada del sábado 28 al domingo 29, con alguna lagrimita que otra en las despedidas de padres y alumnos. A las 2:30 de la mañana despegaba nuestro vuelo y hemos llegado a Bucarest a las 6 de la mañana (7 de la mañana hora local).
Allí nos esperaba un minibús que nos ha llevado a Vallenii de Munte, un pequeño pueblo a 130 kilómetros de Bucarest, que es donde se encuentra el colegio de acogida. Durante el viaje hacia Valenii hemos tenido un pequeño momento de crisis tecnológica. Resulta que a una alumna del grupo no le funcionaba el móvil, sí, sí, como os lo cuento, tras varios intentos de apagado y encendido no cogía ninguna señal. Os podéis imaginar el drama, pues… ¿cómo podríamos sobrevivir de viaje sin el móvil? Afortunadamente, al final todo se ha solucionado y hemos llegado a nuestro destino sin ningún problema.
Al llegar nos hemos encontrado con Lavinia Lup, la profesora organizadora del encuentro, así como con las 4 familias de acogida que tenían muchas ganas de conocer y enseñar el pueblo a nuestras alumnas. Así que tras las presentaciones y fotos de rigor, se ha ido cada una con su “nueva familia” a pasar un domingo que, tal y como presentíamos, iba a ser muy largo e intenso gracias al horario tan matutino del vuelo.
A las 19h nos hemos reunido para cenar en la Pensión donde nos alojamos los profesores que a lo largo del día hemos ido llegando. Primero nosotros, luego los turcos, los croatas y, por último, los griegos. No obstante, todavía quedan los belgas, los daneses y los polacos por llegar, pero como llegan muy tarde y nosotros hemos madrugado mucho, ya los veremos al día siguiente en el colegio.
Así que nos despedimos por hoy, mañana más, nos vamos directos a encontrarnos en los brazos de Morfeo pues ha sido una jornada digna de un buen descanso.