Escrito por el alumno Diego Roig:
El pasado 6 de abril de 2010 comenzó todo, ya hace más de tres meses, comenzó una inolvidable experiencia, ya que seria para mí todo nuevo, es decir, nunca había salido de casa, nunca había volado con un avión… Minutos antes de despegar estaba muy nervioso ya que no sabía mucho italiano, pero cuando llegué al aeropuerto y empecé a darme cuenta de que tenía que estar tres meses allí, lo del idioma dejó de ser un problema.
Poco después conocí a la señora de la casa donde habitaría, por cierto una señora muy especial, ya que siempre me ayudó en lo que pudo, y además de vez en cuando nos invitaba a comer a mí y al compañero que vivía también allí, después de conocerla me dio las llaves de casa para que tuviera una libertad completa.
Las dos primeras semanas tuvimos que ir el grupo de españoles a unas clases de italiano, dichas clases las impartía una asociación, que es la encargada de gestionar la estancia en Vicenza, poco después hicimos amistad con alguna de las profesoras y salíamos de vez en cuando a cenar. Al finalizar las clases de Italiano comenzamos a hacer las prácticas en las empresas, poco después de hacer la presentación en el trabajo comencé a ir a la empresa y cogí enseguida confianza con Nicola, un empleado y también con Andrea, el hijo del jefe. Con ellos es con quien más he aprendido, ya que es con quien más tiempo he pasado, aparte de Luca, que es quien me ha hecho aprender de motores y algunos días gran parte del tiempo lo pasaba con él en lo zona de motores. Siempre pensé que en esa empresa estaban un poco locos, porque hacían cosas imposibles, en lo que se refiere a la parte mecánica. También había un chico llamado Francesco, que era quien se encargaba de programar las centralitas electrónicas. Entonces fue cuando me di cuenta que aparte de la mecánica también es muy importante la electrónica.
Es una empresa pequeñita dedicada al sector de vehículos de competición, empresa donde he aprendido mucho y donde también me he reído mucho. El día a día, la rutina empezó rápido, ya que me habitué y me sentí como en casa y a pesar de ser rutina me gustaba, ya que en todo momento aprendía una cosa nueva, y dentro de la rutina casi al mes de estar allí empecé a darme cuenta de que estaba haciendo grandes avances con la lengua italiana. Con el tiempo conoces a gente que te ayuda y te facilita la estancia en Italia, gente que no es fácil de olvidar ya que siempre han intentado hacer por mí lo que pudieran sin esperar nada a cambio.
A falta de tres semanas para acabar mi estancia en Italia hicimos una jornada de puertas abiertas en la Autotecnica, donde mostrábamos todas las máquinas fabricadas o modificadas en la propia empresa, fue un día bonito, un día donde todo el mundo estaba a gusto ya que todo el que venía podía disfrutar de ver las máquinas y aparte podían comer y beber todo lo que quisieran.
Ya comenzaba la última semana de estancia en Italia, sentía que todo se acababa, era una sensación rara porque me acuerdo que quería volver a España y a la misma vez estar allí en Italia. Los últimos días se hacían largos debido al calor que hacía. El último viernes todos fuimos de cena, a un Bar un poco especial, allí todo era caro, menos mal que pagó el jefe. Finalmente el lunes fui y me despedí de todos los compañeros de trabajo, un momento raro, “odio las despedidas”. El fin de semana lo aproveché para ver el Gran Premio de Fórmula Uno y un partido del Mundial que jugaba España. Finalmente el martes día 6 de julio era hora de partir dirección a Valencia, me despedí de toda la gente y nos fuimos directamente al pulman que nos llevaría al aeropuerto. La estancia se acabó ese día pero ahora pienso, que en cualquier otro momento podría volver a ir.
Si tuviera que hacer una reflexión de la estancia diría que ha sido una experiencia buenísima, donde conoces gente, culturas y sobre todo mundo, aparte del la gran satisfacción personal de aprender un idioma y tener que defenderte día a día en sitios donde jamás hubiera pensado que estaría.Por último me gustaría aconsejar a los próximos estudiantes que deseen realizar esta estancia en el extranjero, que es una oportunidad única y que si tienen la posibilidad que la aprovechen, también me gustaría agradecer a todo el profesorado y dirección del Centro todo lo que han hecho porque esta experiencia fuera posible.
Gracias.