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  1. Introducción.

Si algo nos da miedo a las familias son las primeras salidas nocturnas de nuestros hijos/as y sabemos que con la información no basta, nuestros hijos/as deben disponer de un conjunto de criterios, habilidades, normas y compromisos que les permitan afrontar con éxito unas situaciones tan complejas.

Las familias tenemos miedo a los enfrentamientos y conflictos, a provocar distanciamiento e incluso a perder su cariño. Pero la solución no puede ser la inhibición, aquí el papel de la familia es primordial y hay que “EJERCER DE ADULTOS”.

¿Cómo? Unos consejos:

  • Evitar las reacciones en espejo con su adolescente.
    Se trata de “no echar pulsos” no tratar de quedar por encima de su hijo/a.
  • Continuar defendiendo sus criterios y valores.
    Aunque el adolescente no los comparta y los critique.
  • No perder el control de sí mismo.
    Usted es el modelo de su hijo/a.
  • Pedir apoyo.
    A otros padres o a profesionales.

    2.-Desarrollo.

Esta noche salgo.

Si tiene un hijo/a de 14-16 años tiene una alta probabilidad de que esta cuestión se plantee.

Las familias tienen el derecho y la obligación de supervisar esas salidas nocturnas.

¿Cómo les podemos ayudar? Se trata de conciliar los miedos de las familias con la necesidad de independencia de los adolescentes. Para ello habrá que ir marcando de modo progresivo y negociando una serie de asuntos como: horario, dinero, transporte, personas con las que va, lugares a los que va… Deberemos graduar la carga de responsabilidad y de este modo si demuestran que cumplen lo acordado irán obteniendo mayores grados de libertad.

La idea fundamental de este artículo es la de CONFIANZA, y que una confianza combinada con una dosis justa de control les facilitará la transición a la vida adulta.

NEGOCIACIÓN CONSTANTE
Hay que negociar desde la comprensión, adaptándonos al nivel evolutivo del joven, buscando el equilibrio entre la necesaria autonomía del adolescente y la obligación de proteger y cuidar a los hijos.
Negociar también implica unos límites y unas reglas irrenunciables. Por la seguridad de los adolescentes.

Adolescencia: el camino hacia la autonomía.

El adolescente necesita límites claros y familias sólidas y disponibles. Los límites le ayudan a moderar sus conductas, a tranquilizarse y a situarse en la vida de forma coherente y equilibrada. Hay que responsabilizarle de sus acciones y sus elecciones.

Para entender qué es y qué representa la adolescencia, veamos algunas claves:

  1. Es un período crítico. Es el tránsito entre la infancia y la edad adulta. No hay una adolescencia sino muchos adolescentes, dura unos diez años y se está prolongando por la situación social.
  2. Búsqueda de la propia identidad personal. Necesitan saber quiénes son y para ello experimentar diferentes situaciones.
  3. Ansia de independencia. Los adolescentes tiene una necesidad de independencia y muchas dificultades para lograrla. Separarse de las figuras parentales para buscar su identidad, intentan lograr su autoafirmación, aunque muchas veces es visto como un acto de rebeldía.
  4. La confianza en sí mismo/a. Tantos cambios pueden hacer que el/la adolescente pierda confianza en sus posibilidades, por eso debemos reforzar sus capacidades.
  5. El grupo de iguales. Los amigos son cada vez más importantes para los/as adolescentes y pasan mucho tiempo con ellos/as, tiene una necesidad de ser aceptados. En ese espacio viven nuevas experiencias y desarrollan otras competencias sociales. Si en algún momento no estamos a gusto con algún/a amigo/a de nuestros hijos/as tenga cuidad de manifestarlo abiertamente ya que puede provocar el efecto contrario. Cuando frecuentan a personas totalmente diferentes a las de su entorno habitual, es porque buscan descubrir cosas que las personas de su entorno no pueden ofrecerle.

Alcohol y….

Los riesgos del alcohol son datos objetivos, el abuso regular puede provocar pérdida de memoria, dificultades cognitivas, demencia alcohólica y está relacionado con enfermedades como la gastritis, cirrosis hepática, úlcera, hipertensión arterial,, cardiopatías, trastornos sexuales e infertilidad….

Su relación con los accidentes de tráfico, el incremento de las prácticas sexuales de riesgo, afecta a la vida familiar y facilita el acceso a otras drogas. Además las consecuencias en adolescentes son más graves debido a que su organismo no ha terminado de desarrollarse. -18

3. Orientaciones.  

La familia no puede inhibirse ni delegar en terceros sus funciones de apoyo y supervisión. Por eso debemos planificar las primeras salidas con tiempo suficiente utilizando estrategias de negociación, realizando las cosas de modo progresivo y tratando todos aquellos aspectos relacionados con la salida: horario, dinero que se va a llevar, medio de transporte, personas con las que estará, lugares a los que acudirá…

Por eso si actuamos razonablemente y basamos nuestra estrategia en el diálogo y acuerdos, reduciremos la tensión familiar, facilitaremos el autocontrol y la asunción de responsabilidades de nuestro/a adolescente.

Actuaciones para planificar las primeras salidas nocturnas:

1ª. Partir de una posición de coherencia entre los padres.

Independientemente de la situación que se tenga como pareja, en este aspecto (como en la mayoría) se debe tener una posición común y compartida, si no es posible, al menos alcanzar algún nivel de compromiso que les de a los adolescentes un mensaje claro.

2ª. Crear las condiciones más adecuadas para el diálogo.

El peor error que se puede cometer es ir posponiendo esta decisión y dejarla para el momento en el que se va a salir. Debemos hablar con él/ella de forma directa: “queremos hablar contigo de la salida que quieres hacer el próximo fin de semana”.

Debemos realizarla en un momento que estemos tranquilos/as, poco ocupados/as y tal vez que sea él/ella quien proponga el día y la hora. ES muy positivo tener momentos fijos semanales para la comunicación.

3ª. Establecer una buena comunicación.

Empecemos con preguntas abiertas, ¿qué piensas del lugar al que vais?, no aquellas que su respuesta será un sí o un no (cerradas). Evite discursos largos y moralizadores, exponga sinceramente sus preocupaciones y evite las descalificaciones. 

Su hijo/a necesita saber que sus amigos, su mundo y sus intereses son importantes para usted. Pregunte por los planes que llevan procurando no ser demasiado indiscreto. Dígale que comportamiento espera de él/ella. Practique la escucha activa.

4ª. Permanecer firmes ante un eventual chantaje emocional.

Debe mantenerse firme, aunque se de el caso que otros padres autorizan cosas que usted no, no se sienta cuestionado/a ni empujado a aceptar aquello que no comparte. Debe adoptar sus decisiones, procurando que sean equilibradas y SER CONSECUENTE CON SU CUMPLIMIENTO.

5ª. Desarrollo de las salidas: poner normas y límites.

Como padres debemos tener claros los aspectos de la salida, si no es así podemos adoptar la decisión que estimemos oportuna. Las reglas deben ser razonables, claras, seguras y con opción a ir adaptándolas si fuese necesario.

La diferencia entre norma y límite, es que la primera es una pauta que indica qué, cuándo y cómo se debe realizar una tarea y los segundo son máximos tolerables.

NORMASLÍMITES

Pocas, claras y sencillas.
Formuladas en posito.
Razonadas y razonables.
Coherentes y adecuadas a la madurez del adolescente.
Estables.
Con consecuencias que se cumplen siempre


Son un marco de seguridad.
Ayudan a mejorar el autocontrol.
Fomentan la responsabilidad.
Aumentan la tolerancia a la frustración.
Sitúan en la realidad.

6ª. Negociar la hora de regreso a casa.

Uno de los puntos de mayor conflicto, pero un horario más limitado o más amplio indica un estilo educativo como familia. Tres premisas a fijar:

  1. Necesidad de establecer horarios por parte de la familia de regreso a casa.
  2. Horarios estables.
  3. Plantearlos de forma progresiva, según edad, madurez y grado de cumplimiento de los compromisos.
  • ¿Por qué establecer límites horarios?

Porque hay que garantizar la seguridad, el autocontrol y una vida saludable del menor. Minimizar los riesgos, posibilitar un adecuado descanso y el desarrollo de sus obligaciones y aficiones y no debe alterar la dinámica familiar.

  • ¿Por qué fijar una hora concreta y estable de regreso?

Porque se trata de cumplir acuerdos y compromisos adquiridos. Al adolescente le da la posibilidad de administrar sus tiempos y aprender a regular su conducta más allá de sus deseos y a la familia le permite ordenar su vida familiar. Según se vayan cumpliendo los compromisos se irán ampliando los horarios hasta llegar a un nivel irrenunciable, puesto que lo que se pretende es que los/as adolescentes se responsabilicen de sus acciones.


NEGOCIACIÓN
Buscar soluciones ganar-ganar, las dos partes ganan. Condiciones de una negociación:
Reconocimiento de las partes.
Deseo real de llegar a un acuerdo.
Acuerdos realistas.
Evitar prejuicios.                                                                      
Respeto mutuo.
Ser asertivos.

7ª. Utilizar un medio de transporte seguro.

Que tengan claro que no se sube al vehículo de un desconocido/a, o si éste/a a consumido drogas. Se puede buscar un “conductor alternativo/a” que se comprometa a no consumir. Si se queda en casa de alguien, debe comprobar dónde y en qué condiciones se queda. Ante dificultades imprevistas, que llame a casa.

8ª. Negociar normas claras en relación con el alcohol y el dinero.

La ley prohíbe el consumo de alcohol a menores de 18 años y como familia deberíamos utilizar nuestra influencia para que esto se cumpla. Debemos hablar de las consecuencias de la ingesta de alcohol.

Respecto al dinero, aprenderán a administrarlo si poseen una pequeña cantidad de forma regular, es útil que tengan una pagaya que les facilita la asunción de responsabilidades. Ésta deberá corresponder con el presupuesto familiar y adaptarse a la edad y a las aptitudes para hacer un uso adecuado.

9ª Transmitir información sobre los riesgos.

Pautas: qué riesgos implica el consumo de alcohol: accidentes, violencia, borracheras… cómo se siente usted ante el hecho de que él/ella consuma y que bajo ningún concepto viaje con alguien que ha bebido.

10ª. Finalmente, abordar el problema con cuestión de confianza.


La confianza consiste en generar expectativas positivas sobre las intenciones de otra persona. Cuando alguien confía en otro, cree que puede predecir sus acciones y comportamientos, es un instrumento muy poderoso que facilita las relaciones con los demás. No es una actitud ingenua, sino inteligente porque sin ella no hay negociación ni cooperación posible. Pero es muy frágil y hay que cuidarla con esmero.

*Recomendaciones para el regreso.

Con carácter general, procure recibir a su hijo/a cuando regresa de sus primeras salidas nocturnas, eso le demostrará su interés y además tiene un efecto preventivo. 

  • Hable de la salida.

Al día siguiente trate de hablar con él/ella sobre anécdotas, muéstrese abierto7a pero nunca invasivo/a ni insistente. Si evita hablar respétele; tiene derecho a preservar su intimidad, pero hágale saber que si cambia de idea está ahí.

  • ¿Qué hacer en el caso de no haber respetado las normas?

Debe adoptar una respuesta clara, explícita e inmediata. Muestre su preocupación, hágale saber que es consciente de su retraso, del estado en el que llega… y afronte el problema al día siguiente.  


Recomendaciones:
Escúchele desde el punto de vista de su hijo/a.
Evite acusarle, despreciarle, pero manifieste su desacuerdo ante lo sucedido.
Use mensajes “yo” para decirle lo que piensa y lo que siente.
No haga de esto una cuestión personal.

Finalmente deberá haber una sanción relacionada ya que las libertades y privilegios se ganan con responsabilidad y del mismo modo se pierden, por lo que si ha llegado tarde podría volver a poner el horario anterior. Lo que se decida debe aplicarse del modo más inmediato posible.


Bibliografía y webgrafía.

  • Emiliano Martín González. “Primeras salidas nocturnas. Guía práctica para padres de adolescentes”. Editado por CONCAPA.
  • https://youtu.be/SEpaeL7LhQo
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