Por fin se acaba la 1ª evaluación, y en primero de ESO los resultados no han sido maravillosos. El escalón de pasar de primaria a secundaria siempre se nota. No porque no vengan bien preparados de 6º, NO. Es un problema de hormonas, de sentirnos mayores, de saber lo que hacemos… y entonces viene el trompazo.
Pero no hablemos de cosas malas, que para eso hay muchos días. Vamos a hablar de la salida.
Los alumnos de 1º B han conseguido 1345 puntos en este trimestre. ¿Y cómo se consiguen los puntos?, os preguntaréis. Pues bien sólo hay que respetar al máximo las 5 habilidades de termómetro:
- Ruido Cero: Levanto la mano y me callo cuando el profesor levanta mano. Pero mis alumnos levantan la mano y la lengua tiene movimiento ella sola.
- Centrado en la tarea: En cuanto el profesor manda una tarea nos ponemos enseguida a hacerla y no hablamos de otras cosas. ¡pero si me da tiempo a hablar de todo y hacer la tarea a la vez!, dicen ellos.
- Traer el material necesario: ¿La libreta y el libro también cuenta?
- Acabar en el tiempo propuesto por el profesor: Primero hablamos y en los últimos minutos lo hacemos deprisa y corriendo. Ya os aseguro que no es eso, pero ellos lo entienden así.
- No hablar con otros equipos: O hacerlo sin que el profe nos vea.
Pero aunque como veis no ha sido perfecto, tampoco ha sido tan malo y han superado el límite de 1200 puntos que les había puesto el tutor. El mismo para todos los primeros.
Al final, el martes día 9 de diciembre, sólo los alumnos de 1ºB salieron de excursión al Parque “Tiro Pichón”.
Primer problema: algunos alumnos no trajeron material para trabajar las 2 primeras horas. Pensaba que era lunes, decía uno, yo no me enteré decía el otro. Pero a las 9:45 estábamos casi todos (alguno se quedó a trabajar) en la puerta del cole para salir.
Discutimos un poco el camino, ya que cada uno quería ir por un sitio distinto, pero después de alguna vuelta y siempre con la obligación de cruzar por el paso de cebra, llegamos al parque.
Nos acercamos a la pinada, y en unas mesas dejamos las mochilas. Hablamos un poco de violencia de género e hicimos un minuto de silencio por nuestras compañeras y su familia. Me emocionó ver con qué seriedad se lo tomaron. Rompimos el silencio con un aplauso y empezamos a almorzar.
Bueno eso es mucho decir, los chicos almorzaban con el balón y corriendo, las chicas cantando no se qué de Océano y paseando. Y Samuel solo y aburrido en medio del parque.
Enseguida los llamé a todos y empezamos una actividad en las pistas. Tenía que ver con las habilidades cooperativas de termómetro.
Tuvieron que saltar por encima, pasar por debajo y hasta hacer una sillita de la reina “Sin hablar”. ¿Os lo imagináis? Yo tampoco. Un punto menos por cada palabra y hay grupo que se quedó con -1.
Luego jugaron al juego de las diferencias, cada grupo hacía una escena y luego cambiaba 5 cosas, 2 puntos menos por cada cosa que les pillaran. Resultado: “5 grupos de 7 con 0 puntos”.
Más tarde tuvieron que aprenderse una lista de 10 cosas, buscarlas y traerlas. Un palito, una hoja, una piedra… “un palo, un palo” se oía chillar. Carreras y más carreras pero la mayoría encontró todo.
Y, por último, una prueba de memoria y colaboración. El tutor les pasó la canción del pirata de José de Espronceda y se la tenían que aprender. Una estrofa cada uno. Para algunos fue más que un suplicio. Con diez cañones por banda…. veinte presas hemos hecho a despecho… Que es mi barco mi tesoro… se oía por el parque. Alguno hasta se inventó una canción para aprendérsela.
Después de tanta actividad ganó el grupo 4 y volvimos a tener un poco de tiempo libre. Fútbol y más fútbol, paseos, canciones…
Luego nos fuimos a las pistas y allí nos hicimos una foto.
Sin pausa pero sin prisa volvimos hacia la Escuela, esta vez más recto. Subimos a clase, recogimos las mochilas y cada uno para su casa.
Con alegría y con ganas nos planteamos volver a conseguir los puntos para el trimestre que viene y volver a disfrutar de una actividad de termómetro.
Esperamos que la próxima vez nos acompañe algún grupo de 1º ESO más.